Samhain: el umbral sagrado donde la oscuridad respira

Cuando el velo se abre y Cernunnos cabalga, la oscuridad siembra la vida del nuevo ciclo.

Cuando la Tierra calla y los velos se abren

Hay un momento en el ciclo de la Tierra en que el aire se vuelve más denso, el viento huele a madera húmeda y los días parecen suspenderse en un suspiro.
Ese umbral entre la vida y el sueño profundo de la Tierra es Samhain, la antigua festividad celta que marca el final del verano y el nacimiento del invierno.

En las antiguas tierras de Irlanda, Escocia y la Galia, Samhain se celebraba desde el atardecer del 31 de octubre hasta el atardecer del 1 de noviembre, siguiendo el ritmo lunar y solar del calendario celta.
No era simplemente una fecha: era un rito de paso entre mundos.

Las aldeas encendían grandes hogueras en las colinas para agradecer los frutos de la cosecha y protegerse de los espíritus errantes que cruzaban el velo esa noche.
El fuego sagrado mantenía viva la conexión entre los vivos y los ancestros, entre lo visible y lo invisible.

Samhain es una noche sin fronteras, en la que el velo entre los mundos se afina y las almas pueden cruzar el umbral.
El tiempo se detiene. La Tierra respira con la cadencia del Otro Lado.


La Caza de Cernunnos: cuando el Dios recorre los caminos

Cernunnos cabalgando entre la niebla con su manada espiritual, iniciando la Caza Salvaje al comienzo del año oscuro.

Cuenta la tradición que durante esta noche sagrada, Cernunnos, el Señor de los Animales y guardián de los bosques, monta su corcel oscuro para iniciar la Caza Salvaje.
Acompañado por espíritus, lobos y caballos etéreos, recorre los cielos buscando las almas perdidas que vagaban entre los mundos.

Los antiguos decían que, a su paso, el viento rugía entre los árboles y las sombras cobraban forma.
Pero no es una caza de destrucción, sino de redención y equilibrio: Cernunnos reunía a las almas que aún no habían hallado descanso, guiándolas hacia la luz.

Así se iniciaba el Año Oscuro, el tiempo en que el mundo visible cede su reinado al invisible.
Mientras el Dios cabalgaba entre mundos, los humanos emprendían su propio viaje interior hacia la oscuridad del alma, donde la verdadera transformación germina.


El poder espiritual de Samhain: mirar en la oscuridad

Samhain no solo ocurre fuera: se vive dentro.
Es el instante en que las luces del verano se apagan para que podamos ver con los ojos del alma.

Es un tiempo de introspección, de mirar atrás con gratitud y hacia adentro con valentía.
Nos invita a dejar morir lo que ya no florecerá, y preparar el terreno fértil donde germinará lo nuevo.

Los antiguos celtas consideraban esta noche como el verdadero inicio del año, no porque la luz regresara, sino porque el silencio del invierno abría espacio para el renacimiento.
En Samhain comprendemos que la muerte es semilla y que el descanso también es creación.

Encender un fuego, permanecer en silencio o escuchar el susurro del viento son maneras sencillas de honrar esta energía.


Magia y rituales bajo la energía de Samhain

La energía de Samhain es profundamente mágica, introspectiva y transformadora.
Es un portal donde el velo entre los mundos se disuelve, y donde la intuición se despierta con fuerza.
Durante estos días, los sueños se vuelven más vívidos y las señales del Otro Mundo pueden percibirse con claridad.

Mujer realizando un trabajo de visión frente al fuego en la noche de Samhain, conectando con su intuición.

Prácticas para armonizar con Samhain:

Estas prácticas no buscan controlar, sino sintonizar.
En Samhain, la magia surge de la quietud y de la confianza en que, incluso en la oscuridad, todo está germinando.


El ciclo eterno

Círculo de piedras bajo la niebla del amanecer tras Samhain, con un cuervo vigilante simbolizando el renacer del ciclo.

En el corazón de esta noche antigua late un mensaje que trasciende los siglos:
honra la oscuridad, porque en ella nace la vida.

Bajo la superficie del mundo visible, la vida se reordena, el alma recuerda, y lo invisible trabaja en silencio por el nuevo amanecer.
Así como Cernunnos cabalga reuniendo las almas perdidas, también nosotros podemos reunir nuestras partes dispersas, reconciliando lo que fuimos con lo que seremos.

Samhain es el portal del alma, la puerta entre mundos, entre pasado y futuro.
Y al cruzarla, una vez más, recordamos nuestro lugar en el eterno tejido de la Tierra.


Siente la danza de los ciclos y conecta con la magia de cada estación: explora la Rueda del Año y descubre cómo fluir con sus energías.

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