Lammas: La primera cosecha y la gratitud a la Tierra.

Cuando el verano comienza a inclinarse suavemente hacia el ocaso, y los campos dorados susurran al viento su abundancia, Lammas llega como un canto de gratitud a la Tierra generosa, recordándonos que toda semilla florecida merece ser honrada

¿Qué es Lammas?

Cuando el verano comienza a inclinarse suavemente hacia el ocaso, y los campos dorados susurran al viento su abundancia, Lammas llega como un canto de gratitud a la Tierra generosa, recordándonos que toda semilla florecida merece ser honrada.

Conocida también como Lughnasadh en la tradición celta, esta festividad marca el inicio de la cosecha y se celebra en torno al 1 de agosto en el hemisferio norte. Es el primer portal de la estación que honra los frutos visibles del esfuerzo, especialmente los cereales y granos dorados, que han madurado al calor del sol estival y ahora se ofrecen como sagrado sustento.

Lammas nos habla de abundancia y agradecimiento, pero también de la danza cíclica de dar y soltar. Es un momento para honrar lo que floreció, celebrar los logros, y comenzar a intuir el suave descenso hacia la oscuridad del año, donde el alma vuelve a recogerse en sí misma.


Orígenes y simbolismo ancestral

El dios lugh el día de lughnasadh en un campo de trigo

En las brumas del tiempo celta, esta festividad estaba dedicada al dios solar Lugh, deidad de la luz, la maestría y los talentos. Se celebraban en su honor ferias, competencias y juegos sagrados, que también conmemoraban el sacrificio de su madre adoptiva Tailtiu, quien, según la leyenda, entregó su vida al preparar la tierra para el cultivo. Así, Lammas entrelaza la celebración de la vida con el recuerdo del sacrificio que la hace posible.

Es un tiempo de celebración encarnada, donde la comunidad se reunía bajo el cielo estival para rendir homenaje a la abundancia: se compartía el fruto del trabajo, se alzaban cantos, se danzaba sobre la tierra cálida, se realizaban juegos rituales y ofrendas sagradas. En este momento de plenitud, también se recogían las hierbas medicinales —ricas en savia, luz solar y espíritu— para ser secadas, consagradas y guardadas como aliadas para los meses oscuros. Cada hoja cortada llevaba consigo una bendición del verano, una chispa viva de la medicina de la Tierra.


Energía espiritual de Lammas

Más allá de su dimensión agraria, Lammas es un umbral espiritual que nos invita a detenernos, mirar hacia atrás y reconocer lo que ha madurado en nuestro camino. Lammas es tiempo de:

Aunque el verano aún resplandece, algo en el aire comienza a cambiar. Las tardes se acortan, los colores se vuelven más profundos, y el espíritu se prepara, casi sin notarlo, para el lento descenso hacia el otoño. Lammas nos recuerda que toda maduración lleva implícito el arte de dejar ir.


Cómo celebrar Lammas hoy

Aunque ya no vivamos al ritmo de los campos, nuestra alma recuerda. Celebrar Lammas en el presente es reconectar con ese pulso ancestral que aún vive bajo nuestros pies. Te dejo algunas formas de honrar este tiempo:

Hornear pan como ofrenda

El gesto de hacer pan con tus manos tiene algo profundamente ancestral. Puedes preparar un pan rústico y consagrarlo como símbolo de tu gratitud. Ofrécelo en tu altar o compártelo en una comida consciente.

Ritual de gratitud

Enciende una vela dorada y escribe aquello que has cosechado este año: logros, aprendizajes, momentos de corazón. Léelo en voz alta como una oración personal y, si lo deseas, quémalo o entiérralo como gesto de cierre y honra.

Recolección de hierbas

Camina en la naturaleza y recoge, con respeto y presencia, aquellas hierbas que te llamen. Artemisa, milenrama, hipérico o lavanda pueden ser buenas aliadas. Guárdalas para el invierno o crea con ellas amuletos y sahumerios.

Crear un altar de la cosecha

Decora tu espacio sagrado con elementos de la estación: espigas, frutos, semillas, flores doradas. Agrega un cuenco con granos o pan, y elementos que representen tus propias cosechas internas.

Ofrendar a la Tierra

Visita un lugar natural y deja una ofrenda simbólica: un pedazo de pan, flores, frutos o agua. Agradece en silencio y siembra tu intención para el ciclo que vendrá.


En resumen

Lammas es un tiempo de pausa sagrada. Un suspiro de la Tierra que nos invita a mirar con ternura lo que ha crecido dentro y fuera de nosotros. Celebrarlo es recordar que somos parte de un ciclo mayor, donde cada semilla, cada cosecha y cada despedida tiene un lugar en la danza de la vida.

Que este Lammas te encuentre despierta, agradecida, y en comunión profunda con el alma de la Tierra que canta en espigas doradas y en atardeceres que se tiñen de fuego.

Altar de lamas con diosa hecha de maiz y trigo

Descarga tu ritual de Lammas y celebra esta primera cosecha con un momento sagrado de gratitud y conexión con la Tierra.



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